martes, 10 de abril de 2012

Proposiciones subordinadas consecutivas


Indican la consecuencia o cualidad de un elemento destacado en la oración. Siempre están encabezadas por el subordinante que; suelen funcionar como complementos de un antecedente intensificador de cantidad o cualidad: tantos/a/s, tan, tal, cada; el intensificador no necesariamente debe estar junto al subordinante y puede ser determinante o adverbio; sobre él recae el acento principal de la oración, reflejo del carácter enfático de la construcción:

Tanto bailó que se cansó. (Tanto es un adverbio que modifica al verbo).
Esa mujer era tan linda que todos la miraban. (Tan es un adverbio que modifica al adjetivo linda).
Se llevó tal susto que se desmayó. (Tal es un determinante del sustantivo susto).

El artículo indefinido un puede funcionar también como antecedente de las consecutivas:
Tengo un hambre que me comería todo.
También pueden servir de antecedente las locuciones de modo, de manera, de forma, de suerte, etc.:
Hizo todo de forma tal que la felicitamos.

Las proposiciones adverbiales consecutivas suelen asociarse a las adverbiales comparativas debido a que ambos tipos modifican a un intensificador para expresar el énfasis pragmático en la cantidad o en la cualidad:
La segunda parte me gustó tanto como la primera. (Comparativa)
La segunda parte me gustó tanto que me compré el DVD. (Consecutiva)
Me dijo cada cosa que me quedé sin palabras.
Tu hermano es tal como me contaste.

El valor pragmático de los intensificadores es tan enfático, que muchas veces se elimina la consecutiva:
¡Se llevó tal susto!
¡Tengo un hambre!
¡Me dijo cada cosa!

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